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jueves, 13 de junio de 2024

Mensaje del Espíritu Santo “Pentecostés”, dado a través de “E” el 19 de mayo de 2024

                 Mensaje del Espíritu Santo “Pentecostés”, dado a                              través de “E” el 19 de mayo de 2024


Mensaje del Espíritu Santo “Pentecostés”, dado a través de “E” el 19 de mayo de 2024

Hija de Dios, ofrece al Cielo las pesadillas y el dolor que te han causado los enviados del mal, nadie podrá impedir la Divina Voluntad. Escucha la dulce y tranquila voz que susurra a través de todas las cosas que abre almas y corazones.

Escribe, niña Mía, lo que ahora tienes pensado, porque el buen Olegario, traducirá estas palabras y por designio Divino, será quien las comparta con los servidores de Nuestra Reina y Madre, la Virgen María y con miles de almas para que puedan ser conocidas y escuchadas por ti misma.

Soy vuestro Ángel de la Guarda que os habla, os acompaña y os guía a escribir el Mensaje, dictado por el Espíritu Santo en este día de la Solemnidad de Pentecostés, donde se recuerda Su venida a los Apóstoles, “marcando el nacimiento de la Iglesia Católica y la propagación de la fe en Jesucristo”.

La Sagrada Escritura dice: “Todo esto os dije mientras estaba con vosotros. De ahora en adelante el Espíritu Santo, el Paráclito que el Padre os enviará en Mi Nombre, os enseñará todo y os recordará lo que os dije (Juan 14:25-26) y bautizar a todos los hombres, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

“Creer en el Espíritu Santo es profesar que el Espíritu Santo es una de las Personas de la Santísima Trinidad, consustancial al Padre y al Hijo “que recibe del Padre y del Hijo la misma adoración y gloria”. El Santo Espíritu coopera con el Padre y el Hijo desde el inicio del deseo de salvación de la humanidad hasta su consumación. Pero es en los “últimos tiempos”, inaugurados con el estímulo redentor del Hijo, cuando el Espíritu Santo se nos revela y se nos da, cuando es reconocido y acogido como Persona. Entonces este plan Divino, que se consuma en Cristo, Primogénito y Cabeza de la nueva creación, se realiza en la humanidad por el Espíritu que nos es dado: la Iglesia, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna” (Catecismo de la Iglesia Católica 685-686).

Según las Sagradas Escrituras, así ocurrió la venida del Espíritu Santo: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estábamos todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, como de una ráfaga de viento fuerte. Que llenó toda la casa donde estaban, y aparecieron lenguas como de fuego que se repartieron y reposaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas” (Hechos 2,1-4).

Los Hechos de los Apóstoles, al narrar los acontecimientos de aquel día de Pentecostés en el que el Espíritu Santo descendió en forma de lenguas de fuego sobre los discípulos de Nuestro Señor, nos hacen dar testimonio de la gran manifestación del Poder de Dios, con la que la Iglesia inició su camino entre las naciones. La victoria que Cristo - con su obediencia, su inmolación en la Cruz y con Su Resurrección - había obtenido sobre la muerte y el pecado se reveló entonces en toda su Divina Claridad.

Los apóstoles, a pesar de haber sido enseñados por Jesús durante tres años, huyeron aterrorizados ante los enemigos de Cristo. Sin embargo, después de Pentecostés, se dejaron azotar y encarcelar; y terminaron dando su vida como testimonio de su fe. Ejemplo de amor y valentía que todo cristiano debería seguir.

Los discípulos, que ya eran testigos de la Gloria del Señor resucitado, experimentaron en sí mismos la fuerza del Espíritu Santo: su inteligencia y su corazón se abrieron a una nueva luz. Habían seguido a Cristo y aceptado con fe sus enseñanzas, pero nunca habían podido comprender plenamente su significado: era necesario que viniera el Espíritu de verdad para hacerles entender todo. Supieron encontrar palabras de vida eterna, y estuvieron dispuestos a seguirlo y dar la vida por él, pero eran débiles y, cuando llegó el momento de la prueba, huyeron dejándolo solo.

El día de Pentecostés todo esto pasó: el Espíritu Santo, ese espíritu de fortaleza, los hizo firmes, confiados, audaces. La palabra de los Apóstoles resuenan fuerte y vibrante por las calles y plazas de Jerusalén (“Es Cristo que pasa”, San Josemaría Escrivá, 127)

Me gustaría recordaros que la vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil a seguir las sugerencias del Espíritu Santo. Los dones del Espíritu Santo son siete: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, conocimiento, piedad y temor de Dios.

Los dones son infundidos por Dios. El alma no podría adquirir los dones con todo el orden puramente natural. Los dones los poseen hasta cierto punto todas las almas en gracia. Es incompatible con el pecado mortal.

*Sabiduría: gusto por lo espiritual, capacidad de juzgar según la medida de Dios. El primero y mayor de los siete dones. La sabiduría y la luz que viene de lo alto: es una participación especial en ese conocimiento de Dios... Esta sabiduría superior es más bien un conocimiento nuevo, un conocimiento impregnado de caridad y gracias con las que el alma se familiariza con las cosas y gustos divinos. Ellos... “Un cierto sabor de Dios”.

(Santo Tomás), por lo que el verdadero sabio no es simplemente el que conoce las cosas de Dios, sino el que las experimenta y las vive.

El conocimiento de la sabiduría, además, confiere una capacidad especial para orientar los asuntos humanos según la medida de Dios, a la luz de Dios, iluminado por este don, el cristiano sabe salvar interiormente las realidades del mundo: nadie es mejor que él para hacerlo. Apreciando los auténticos valores de la creación, mirándolos con los mismos Ojos de Dios.

*Inteligencia (comprensión): es una gracia del Espíritu Santo para comprender el discurso de Dios y profundizar en lo revelado. La palabra “inteligencia” deriva del latín “intus legere”, que significa “leer en el interior”, penetrar, comprender profundamente. Por este don el Espíritu Santo, que “escudriña las profundidades de Dios”. (1 Cor 2,10), comunica al creyente una chispa de capacidad penetrante que lleva el corazón a la percepción gozosa del designio amoroso de Dios. El Espíritu Santo, si bien agudiza la inteligencia de las cosas divinas, también hace más clara y penetrante la mirada sobre las cosas humanas. Gracias a él podemos ver mejor los numerosos signos de Dios que están inscritos en la creación. De esta manera descubrimos la dimensión no puramente terrenal de los acontecimientos, con la que está entrelazada la historia humana. Y también se puede conseguir descifrando el tiempo presente y el futuro. “Signos de los tiempos, signos de Dios”.

*Consejo: iluminar la conciencia en las opciones que la vida cotidiana le impone, sugiriendo lo legítimo, lo que corresponde, lo que es mejor para el alma. El don de la fortaleza es un impulso sobrenatural, que da fuerza al alma no sólo en momentos dramáticos como el martirio, sino también en las condiciones habituales de dificultad: en la lucha por permanecer coherente con los propios principios, en soportar ofensas y ataques injustos, en perseverancia valiente, incluso en medio de incomprensiones y hostilidades, por el camino de la verdad y la honestidad.

*Ciencia: refleja el verdadero valor de los creadores. El hombre, iluminado por el don de la ciencia, descubre al mismo tiempo la distancia infinita que separa las cosas del Creador, su limitación intrínseca, la insidia que puede surgir cuando, por pecar, se abusa de ellas. Es un descubrimiento que lo lleva a darse cuenta con tristeza de su miseria y lo empuja a recurrir con mayor entusiasmo y confianza a quien es el único que puede saciar plenamente la necesidad del infinito que lo persigue.

*Piedad: Sana nuestro corazón de toda dureza y lo abre a la ternura hacia Dios como Padre y hacia nuestros hermanos como Hijos del mismo Padre. ¡Grita todo el tiempo Abba, Padre! un hábito sobrenatural infundido de gracia santificante para suscitar en la voluntad un afecto filial hacia Dios considerado Padre y un sentimiento de fraternidad universal hacia todos los hombres como hermanos e Hijos del mismo Padre.

La ternura, como actitud sinceramente filial hacia Dios, se expresa en la oración; la ternura, como apertura fraterna hacia los demás, se manifiesta en la mansedumbre. Con el don de la piedad, el Espíritu infunde en el creyente una nueva capacidad de amor hacia los hermanos, haciendo de alguna manera su corazón partícipe de la misma mansedumbre del Corazón de Cristo.

Además, el don de la misericordia extingue en el corazón aquellas fuentes de tensión y división como la amargura, la ira, la impaciencia, y lo alimenta con sentimientos de comprensión, tolerancia y perdón.

*Temor de Dios: Espíritu contrito ante Dios, consciente de la culpa y del castigo Divino, pero en la fe en la Divina Misericordia. Temor de ofender a Dios, reconociendo humildemente la debilidad inherente a todo ser humano.

Sobre todo: temor filial, que es el amor de Dios, el alma se preocupa de no desagradar a Dios, amado como Padre, de no ofenderlo en nada, de “permanecer” y crecer en la caridad (Juan 15,4-7). Pero Qué miedo no es ciertamente ese “temor de Dios” que nos empuja evitar pensarlo o recordarlo como algo que perturba y preocupa. El creyente se presenta y se coloca ante Dios con un “espíritu contrito” y un “corazón humillado” (Sal 50/51,19), sabiendo que tendrá que esperar su propia salvación “con temor y temblor”( Fil 12).

Sin embargo, esto no significa miedo irracional, sino más bien sentido de responsabilidad y fidelidad a Su Ley. Toda la práctica de las virtudes cristianas depende de este santo y justo temor, unido en el alma al amor de Dios, y sobre todo a la humildad, la templanza, la castidad y la mortificación de los sentidos.

El crecimiento en los dones del Espíritu Santo forma perfecciones en el alma llamadas Frutos del Espíritu Santo. La tradición de la Iglesia enumera doce de ellos: Caridad, Alegría, Paz, Paciencia, Longanimidad, Bondad, Benevolencia, Mansedumbre, Fidelidad, Modestia, Continencia y Castidad. (Gal 5,22-23)

Cuando el Espíritu Santo da fruto en el alma, vence la duplicidad de la carne y da fruto. Al principio es muy difícil practicar las virtudes. Pero si perseveráis dóciles al Espíritu Santo, su acción en vosotros os hará cada vez más fácil la práctica, hasta que seáis capaces de practicar con placer. Las virtudes serán entonces inspiradas por el Espíritu Santo y se llamarán frutos del Espíritu Santo.

Los tres primeros frutos del Espíritu Santo son la caridad, la alegría y la paz, que pertenecen sobre todo al Espíritu Santo.

La caridad o amor ferviente da la posesión de Dios. De la posesión de Dios surge la alegría, que no es otra cosa que el descanso y contentamiento que se encuentra en el disfrute del bien poseído.

La paz que, según San Agustín. Es tranquilidad en orden, en orden mantiene el alma en posesión de alegría contra todo lo contrario. Excluye cualquier tipo de confusión y miedo.

La paciencia modera la tristeza, lleva a cuidar de los demás y a garantizar que compartimos lo que tenemos. Bondad significa dulzura y este tipo de dulzura consiste en tratar a los demás con paz, cordialidad, alegría sin sentir la dificultad que quien tiene bondad siente sólo como una virtud y no como un fruto del Espíritu Santo.

La gran paciencia o la perseverancia ayudan a permanecer fieles al Señor a largo plazo, previene el aburrimiento y el disgusto que provienen del deseo del bien que se espera, o de la lentitud y duración del bien que se hace, o del mal que se sufre y no de la grandeza de la cosa misma ni de otras circunstancias.

La fe, como fruto del Espíritu Santo, es cierta facilidad para aceptar todo lo que se debe creer, firmeza para establecerse en ello, certeza de la verdad que se cree sin sentir repugnancia ni dudas, ni aquellas oscuridades y obstinaciones que se pueden sentimos naturalmente respecto a las cuestiones de fe.

El pudor regula los movimientos del cuerpo, los gestos y las palabras, la manera adecuada muy apropiada de vestir, de hablar, de caminar, reflejando la pureza del alma, armonizando los labios, combinando la sencillez y la caridad con la sonrisa, excluyendo lo áspero, vulgar e indecoroso. La templanza frena las horas desordenadas de comer y beber, impidiendo los excesos que impedirían cometerlos; y contiene la concupiscencia dentro de los justos límites.

La castidad es la victoria obtenida sobre la carne y que hace del cristiano templo vivo del Espíritu Santo.

Recordemos que la santificación se atribuye de manera particular al Espíritu Santo, ya que todo lo que el Espíritu Santo toca es santificado y transformado (Cirilo de Jerusalén).

Aquí tienes las palabras de algunos Santos dedicadas al Espíritu Santo, disfrútalas, vívelas y guárdalas en tu corazón.

Todos los Santos testimonian que el Espíritu es una fuerza que transforma la interioridad del hombre y de la mujer. La prioridad es ante todo no pecar, ya que el “pecado mortal” expulsa a el Espíritu, el “pecado venial” debilita su acción santificadora.

Atraer al Espíritu de Dios para que tome posesión de su ser, enseña San Juan de Ávila, además de tener la casa limpia, es necesario tenerlo en gran valor. “Sintamos grandemente de Él. Sea Cristo quien nos introduzca en la morada más íntima del alma, donde habita Dios Trinidad, de modo que participemos de su misma vida intradivina de amor.

Dice San Cirilo de Jerusalén: “El Espíritu Santo, aunque es único, con un solo modo de ser e indivisible, reparte la Gracia a cada uno como quiere. Y así como un tronco seco que recibe agua, brota así el alma pecadora que, a través de La penitencia, me hago digno del Espíritu Santo, produce frutos de Santidad y a pesar de tener una única e idéntica manera de ser el Espíritu, bajo el impulso de Dios y en el Nombre de Cristo, produce múltiples efectos.

Sabiduría: iluminar la mente de los demás, con el don de profecía; a este último le concede el poder de expulsar demonios, al primero le concede el don de interpretar las Divinas Escrituras, fortalece, en unos, la templanza, en otros, le enseña a practicar el ayuno y la misericordia. La vida ascética; al primero, para dominar las pasiones; prepara al otro para el martirio, por eso se manifiesta diferente en cada uno, pero nunca diferente de sí mismo, como está escrito: En cada uno se manifiesta el Espíritu por el gen común. Llega manso y gentil, se le vive como un finísimo y profundo, su yugo no puede ser más liviano. Rayos luminosos de luz y conocimiento anuncian su venida. Se acerca con los tiernos sentimientos de un verdadero protector: porque viene a salvar, a curar, a enseñar, a consolar, a iluminar el alma, primero de quienes lo acogen, luego, a través de él, de las de los demás.

Para San Agustín de Hipona “El Espíritu Santo convierte la multiplicidad en unidad, se apropia de ella con humildad y se distancia de ella con orgullo. Y agua que busca un corazón humilde, como lugar cóncavo donde detenerse; en cambio, ante la arrogancia del orgullo, como la altura de una colina, rechazada, cae. Por eso se ha dicho: “Dios resiste a los soberbios y en cambio da Su Gracia a los humildes” (Santiago 4,6). ¿Qué significa darles Gracia? Darles el Espíritu Santo. “Él los llena y los humilla porque en ellos encuentro la capacidad de acogerlo”. Y al tenerla merece tenerla más, y al tenerla más, puede amar más. Sin el Espíritu Santo no se puede amar a Cristo ni observar Sus Mandamientos. Entre los dones de Dios no hay ninguno más excelente que el amor al Espíritu Santo, es el don más exquisito de Dios”.

 San Bernardo de Caraval aconseja: “Si quieres que Dios te introduzca en su intimidad, asegúrate de que el Espíritu Santo guíe tu vida y el Espíritu de Justicia tus relaciones con los demás. Los pensamientos torcidos os alejan de Dios: por eso debéis pedir un corazón puro, y esto se conseguirá si se renuevan interiormente con un espíritu firme. Este Espíritu justo puede referirse al Hijo, que se despoja del viejo hombre y se reviste del nuevo.

Renueva el núcleo de la mentalidad para pensar correctamente y déjate gobernar por un espíritu nuevo, no por un código anticuado. Es Él, quien inspira buenos pensamientos nos enseña a ponerlos en práctica, para que la Gracia de Dios no sea estéril en la humanidad. Es Él, quien les concede lo que piden y la Gracia de pedirlo. Aliento con santa esperanza y doblego a Dios con compasión hacia sus Hijos.

San Francisco de Asís menciona: “Las Santas virtudes, que son infundidas con la Gracia y la iluminación del Espíritu Santo en los corazones de los fieles a Dios interiormente purificados, interiormente iluminados y envalentonados por el fuego del Espíritu Santo.

Sigue los pasos de tu amado Hijo. Señor nuestro Jesucristo, y sólo con tu gracia alcanzarte Altísimo. Que en la Trinidad perfecta y en la Unidad simple vives y reinas y eres glorificado, Dios Todopoderoso, por los siglos de los siglos.

Así oraba Santa Catalina de Siena al Espíritu Santo en todo momento: “Oh Espíritu Santo, ven a mi corazón y con tu poder tráelo a mí, y dame caridad con temor. Cristo libérame con tu Santísimo Amor Padre y dulce Señor, ayúdame en todos mis deberes”.

Escribe San Juan de Ávila: “Lo primero que conviene para que el Espíritu Santo venga a nuestras ánimas, es que sintamos grandemente de Él y que creamos que puede hacer mucho. Por desconsolada que esté un ánima, basta Él a consolarla; por pobre que esté, a enriquecerla; por tibia que esté, a encenderla; por flaca que esté, a inflamarla en ardentísima devoción ¡Remedio para que venga el Espíritu Santo! Sentir de Él muy magníficamente. Y así dice hablando de la grandeza del Espíritu Santo: El Poder de Dios es muy grande, y de sólo los humildes es honrado. No vendrá el Espíritu Santo a ti, si no tienes hambre de Él. Y los deseos que tienes de Dios. Aposentadores son de Dios, y señal es que si tienes deseos de Dios, que presto vendrá a ti. No te canses de desearlo, que, aunque te parezca que lo esperas y no viene y aunque te parezca que le llamas y no te responde, persevera siempre en el deseo y no te faltará.

Hermano ten confianza en Él, que, aunque no viene cuando tú le llamas, Él vendrá cuando vea que te cumple. Porque debes, hermano mío, asentar en tu corazón que, si estas desconsolado y llamas al Espíritu Santo y no viene, es porque aún no tienes el deseo que conviene para recibir a tal Huésped. Y si no viene, no es por qué no quiere venir, no es por qué lo tiene olvidado, sino que, para que perseveres en este deseo y perseverando hacerte capaz de Él, ensancharte ese corazón, hacer que crezca la confianza, que de su parte te certifico que nadie lo llamo que siga vacío de su consolación”.

 

Escribe Santa Teresa de Jesús: “Estando un día muy penada por el remedio de la Orden, me dijo el Señor: “Haz lo que es en ti y déjame tú a Mí y no te inquietes por nada; goza del bien que te ha sido dado, que es muy grande; “Mi Padre se deleita contigo y el Espíritu Santo te ama”. Después de esto, quédeme yo en la oración que traigo de estar el alma con la Santísima Trinidad y parecíame que la Persona del Padre me llegaba a Sí y decía palabras muy agradables. Entre ellas me dijo, mostrándome lo que quería: “Yo te di a Mi Hijo y al Espíritu Santo y a esta Virgen. ¿Qué me puedes tú dar a Mí? Entre tal Hijo y tal Padre forzado ha de estar el Espíritu Santo, que enamore vuestra voluntad y os la ate a tan grandísimo amor.

Paréceme a mí que el Espíritu Santo debe ser medianero entre el alma y Dios, y el que la mueve con tan ardientes deseos, que la hace encender en fuego soberano, que tan cerca está. ¡Oh Señor, que son aquí las misericordias que usáis con el alma! Seáis bendito y alabado por siempre, que tan buen amador sois, ¡Oh Dios mío y creador mío! ¿es posible que vaya nadie que no os ame?

Dice San Juan de la Cruz: “La sequedad del espíritu es también causa de impedir al alma el juego de la suavidad interior, cerrándole la puerta por medio de la contínua oración y devoción. El Espíritu Santo es el que ha de ahuyentar esta sequedad del alma y el que sustenta en ella y aumenta el amor del Esposo, y también pone el alma en ejercicio interior de las virtudes, todo a fin de que el Hijo de Dios, su Esposo, se goce y deleite más en ella, porque toda su pretensión es dar contento al amado, y esta tal aspiración del Espíritu Santo en el alma, con que Dios la transformo en sí, le es a ella de tan subido, delicado y profundo deleite, porque el alma, unida y transformada en Dios, aspira en Dios a Dios la misma aspiración Divina que Dios, estando ella en Él transformada, aspira en sí mismo a ella”.

San Juan María Vianney escribe: “El Espíritu Santo es luz y fortaleza. el que distingue la verdad de la falsedad, el bien del mal, como lupas que magnifican los objetos, el Espíritu Santo nos hace ver el bien y el mal “a lo grande”. Con el Espíritu Santo todo se ve “grande”: la grandeza de las más pequeñas acciones hechas por Dios, y la grandeza de las más pequeñas faltas... Sin el Espíritu Santo somos como una piedra sobre la estirada. Coge una esponja empapada en agua en una mano y un guijarro en la otra, exprímelas de la misma forma. No saldrá nada del guijarro y verás salir mucha agua de la esponja. La esponja es el alma llena del Espíritu Santo; y la piedra pequeña es el corazón frío y duro donde no habita el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es quien forma pensamientos en el corazón de los justos y los que tienen el Espíritu Santo son buenos... cuando tienes el Espíritu Santo, tu corazón se expande y se sumerge en el Amor Divino. Deberíamos decir cada mañana: “Dios mío, envíame tu Espíritu Santo para hacerme saber quién soy yo y quién eres Tú”.

Santa María de Jesús Crucificado tenía una extraordinaria devoción al Espíritu Santo, de sus labios surgía frecuentemente esta oración que le era revelada: “Espíritu Santo, inspírame El Amor de Dios me consume: Por el camino verdadero guíame. María Madre mía, mírame, con Jesús bendíceme, de todo mal, de toda ilusión, de todo peligro, presérvame.”

Santo del Niño Jesús recuerda: “El Espíritu Santo es el amor que da vida a la Iglesia, es su alma. La caridad me dio la llave de mi vocación. Entendí que la Iglesia tiene un corazón y ese corazón arde de amor. Comprendí que sólo el amor puede hacer actuar a los miembros de la Iglesia; que, si el Amor se extinguiera, los apóstoles ya no anunciarían el Evangelio y los mártires se negarían a derramar su sangre. ¡Jesús, amor mío, por fin he encontrado mi vocación! El Amor es mi vocación en el corazón de la Iglesia, Madre mía, seré amor... Así seré todo.”

Erika, tu vocación también es el amor. En todo momento repite esta oración:

“Jesús mío, te amo, tu Espíritu de Amor me quema con su fuego. Amándote atraigo al Padre, mi corazón débil se entrega a Él sin reservas”. Pido a Jesús que me acerque a las Llamas de Su Amor, que me una tan íntimamente a Él, que sea Él quien viva y actúe en mí. Siento que cuanto más corazón, más fuerte diré: “Atráeme” y que cuanto más se acerquen las almas a mí (pobre pedazo de hierro, si me alejo de la Hoguera Divina), más rápidamente correrán tras los olores “de su Amado. Porque un alma quemada de amor no puede estar inactiva.”

San Pablo VI escribe: el Espíritu Santo es el alma de esta Iglesia. Es Él, quien explica a los fieles el significado profundo de las Enseñanzas de Jesús y de su Misterio. Es Él, quien hoy como en los inicios de la Iglesia, actúa en todo evangelizador que se deja poseer y conducir por Él, y pone en sus labios palabras que por sí solo no habría podido encontrar, predisponiendo también el alma del oyente para hacerlo abierto y acogedor a la Buena Nueva y al Reino anunciado. El Espíritu Santo es el principal agente de la evangelización: es él quien empuja a todos a anunciar el Evangelio y quien, en lo profundo de su conciencia, les hace acoger y comprender la Palabra de Salvación. Por Él la evangelización penetra en el corazón, ya que es Él quien nos hace discernir los “signos de los tiempos” como signos de Dios que la evangelización descubre y valoriza en la historia.

San Pío de Pietrelcina dice: “El Espíritu Santo nos dice que, a medida que el alma se acerca a Dios, debe prepararse para la prueba. No os asustéis por las innumerables tentaciones que se presentan porque, el Espíritu Santo advierte a los devotos, alma que está atenta: “Trata de avanzar en los caminos del Señor para prepararse para enfrentar las tentaciones”.

San Luis María Grignion de Monfort: “Cuanto más el Espíritu Santo encuentra a María en un alma, más activo y poderoso se vuelve para reproducir a Jesucristo en esa alma, y esa alma en Jesucristo”.

Ya que por Gracia Divina has recibido estas palabras para enriquecer tu conocimiento del Espíritu Santo, es importante que te consagres personalmente al Espíritu Santo todos los días. Puedes utilizarlas siguiendo la oración por guía. “Recibe, oh Espíritu Santo, la perfecta y absoluta consagración de todo mi ser, que te hago en este día para que te dignes ser de ahora en adelante, en cada uno de los momentos de mi vida, en cada una de mis acciones, sé mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza y ​​todo el amor de mi corazón”.[mm1] 

Me abandono sin reservas a Tus Divinas operaciones y quiero ser siempre dócil a Tus santas inspiraciones. Oh Espíritu Santo, dígnate formarme con María y en María, según el modelo de Tu amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador.

Espíritu Santo, Tú que me aclaras todo, que iluminas todos los caminos para que pueda realizar mi ideal, Tú que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que estás conmigo en cada momento de vida mía, en este breve diálogo, quiero agradecerte por todo y confirmarte que nunca quiero separarme de Ti por muy grande que sea la ilusión material: quiero estar Contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua. Gracias por Tu Misericordia para conmigo y mis seres queridos. Gracias mi Dios.

Oh Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo, inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para la gloria de Dios, el bien de las almas y mi santificación.

Espíritu Santo, dame agudeza de entendimiento, capacidad de retener, método y facultad de aprender, refinamiento para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame éxito cuando empieces, dirección cuando termines. Amén

Para concluir este maravilloso Mensaje, den gracias a la Santísima Trinidad y a Su Madre Eterna, que, a través de esta hermosa catequesis sobre el Espíritu Santo, les han mostrado a todos ustedes infinito amor y misericordia.

Los Ángeles Guardianes son mensajeros personales de todo ser humano, encargados de llevar sus oraciones a Nuestro Padre Eterno y viceversa. Por tanto, acoged con amor y gratitud la bendición eterna de Dios Padre, de Dios Hijo, de Dios Espíritu Santo y de la siempre Virgen María, Reina de los Ángeles y Madre de la humanidad, bendición con la que se sella este Mensaje y todos quienes lo reciben y lo aceptan con humildad en su corazón.

AMEN, AMEN, AMEN.



martes, 17 de octubre de 2023

Mensaje de los Arcángeles: para los Ultimos Tiempos

 

Mensaje de los Arcángeles

29 septiembre 2023

https://lossantoshablan.blogspot.com   

 

Hoy la Iglesia Católica celebra la Festividad de los tres Arcángeles que reconoce y que son mencionados en las Sagradas Escrituras:

MIGUEL: “QUIÉN COMO DIOS”

GABRIEL: “FORTALEZA DE DIOS”

RAFAEL: “MEDICINA DE DIOS”

Les confirmo que las filas Angélicas están organizadas en una Corte Celestial, en la que los ángeles tienen diferentes grados y dignidades. Los tres Arcángeles ocupan las esferas más altas de esta Jerarquía angélica. Ellos tienen tareas similares a las de los ángeles ordinarios, pero sus deberes son aún mayores, es su deber contemplar a Dios, todo el tiempo, glorificarlo intensamente protegiendo y preservando el Ministerio Sagrado de la Santísima Trinidad, sus mismos nombres sugieren su papel y su propia naturaleza, todos terminan con “El” que significa “Dios”. La Sagrada Escritura atribuye a cada Arcángel una misión particular.

● Miguel es el guerrero que lucha contra Satanás y sus emisarios (Apoc. 12,7) (Zac. 13,1-2), el defensor de los que aman a Dios (Dn. 10,13-21), el protector del pueblo de Dios (Dn. 12, 1).

● Gabriel es uno de los Espíritus más cercanos a Dios, frente a Su Trono Celestial (Lc.1-19), quien le reveló a Daniel los secretos del plan de Dios, (Dn. 8,16; 9,21-22), anunciando a Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista (Lc. 1,11-20) a Mí, María el Nacimiento de Mi Amado Jesús (Lc. 1,26-38).

● Rafael está frente al Trono de Dios (Tb.12:15 Apoc.8,2), acompaña y protege a Tobías en su peligroso viaje y cura a su padre de la ceguera y a su futura esposa de la influencia del maligno. Por lo tanto, la tarea de los tres Arcángeles, aparte de la contemplación de Dios, es comunicar al hombre, de diferentes maneras, Su Voluntad, ser una inspiración para los seres humanos, los catalizadores de la Gracia Divina para ellos.

Escuchen y reflexionen estas palabras que ahora les dirige el Arcángel San Miguel, Príncipe de la Milicia Celestial. Satanás tiembla y no soporta tan sólo escuchar su nombre, ya que le recuerda el grito de noble protesta que este fiel Arcángel manifestó cuando se rebelaron los Ángeles. San Miguel Arcángel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la Gran Batalla del Cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios, gran parte de la Corte Celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás Ángeles, quienes se unieron a su grito de nobleza: “¡QUIÉN COMO DIOS!”.

Antes de que venga el Hijo del Hombre a juzgar a las Naciones con justicia como León de la Tribu de Judá, yo San Miguel Arcángel, habré reclutado de todos los Continentes del Mundo, a su Ejército Militante que luchará junto con el Ejército Triunfante y Purgante la cruenta batalla contra el mal, que reinará en la Tierra y en cada confín de ésta. Como epidemia invadirá a sus habitantes que no sabrán nomás que de perversidad y de maldad, habiendo olvidado los Mandatos de Dios y aceptando las doctrinas erróneas del demonio, llegando a cometer insospechables maldades demoniacas y perversas, desatando toda su furia contra el pueblo de Dios.

El Ejército capitaneado por la Santísima Virgen María y lidereado por mí, San Miguel Arcángel, será dado a conocer el día que Dios desate Su Ira contra los habitantes de la Tierra. Este Ejército saldrá a combatir contra las fuerzas del mal, pero no irá solo; miles de Ángeles y los Arcángeles los protegeremos; las Almas del Purgatorio, intercederán por este Ejército militante, lucharán en conjunto los tres Ejércitos, en la batalla caerán muchos soldados de Dios, que con su heroísmo darán su sangre por el Cordero degollado y éstos renovarán la Iglesia y la faz de la Tierra con sus sufrimientos, mártires de Cristo que enaltecerán Su Nombre y darán vida a los Cielos y Tierras Nuevas.

La maldad crecerá grandemente y la batalla será feroz, pero los Guerreros de Cristo, tendrán la Unción Poderosa del Espíritu Santo en sus corazones y las almas, como nunca antes se había visto en la historia de la humanidad. Grandes profetas anunciarán la llegada del León de la Tribu de Judá; Enoc y Elías (1) capitanearán junto conmigo esta gran misión tan fuerte y poderosa ungidos con el Poder del Altísimo, y toda nación exclamará “¡Quién como Dios!”.

Los hijos de la perdición maquinarán perversos planes contra los hijos de la Luz, desde una tercera guerra mundial, la economía, las epidemias creadas por laboratorios, la degeneración, la degradación moral, las falsas doctrinas y el culto a Satanás, así como un sinfín de ideologías hedonistas que pierden al hombre en su densa oscuridad; pero el Ejército Mariano luchará por el rescate de las almas, será una lucha como nunca antes la ha habido ni la habrá, por la Salvación de las almas. Los soldados de Dios, irán dispuestos a morir, los sellados y elegidos, soplarán alientos de vida a las almas perdidas, obrarán milagros, volarán a la velocidad del pensamiento y encararán al “anticristo”.

Muchos serán con sus vidas oblación al Cielo, porque el anticristo los aniquilará cruelmente, pero ellos gobernarán y habitarán la Nueva Creación por ser elegidos y escogidos para tan loable misión. Jesucristo Rey de reyes, Señor de señores, reinará sobre Cielos y Tierras Nuevas y el Plan de Redención del hombre, habrá sido llevado a cabo después de tantos milenios de peregrinación por el desierto.

La gran tribulación caerá sobre la humanidad y el que no esté consagrado y protegido por la Santísima Virgen María y Jesús, perderá su alma. Yo, San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia Celestial, los exhorto a preparar sus armas para la batalla, con el Rosario, el ayuno, la oración, la mortificación y sobre todo el Amor. Estas son las más poderosas armas. Pórtenlas siempre y den a conocer el Evangelio a todo pueblo, raza y Nación, prediquen sin miedo aunque pierdan su vida, recuerden que es la eternidad lo que les espera para poder disfrutar de una Nueva Creación.

No teman a todo lo que vendrá sobre la Tierra, más bien, regocíjense de que todo esto acontezca pronto y las Profecías se cumplan, porque si no sucede pronto, la humanidad se perderá. Por Amor a los elegidos, el tiempo se acortará y esto es el inicio que empieza a sentirse, los días durarán menos, sentirán que el tiempo es más rápido.

Pidan con humildad y fe que el Espíritu Santo descienda sobre cada uno de ustedes como en Pentecostés y sean dóciles a Sus Inspiraciones.

La Iglesia está infiltrada por el humo de satanás, aunque algunos aún lo duden. (Notas.- Así lo advirtió la Virgen en Fátima a Sor Lucía dos Santos y a Verónica Lueken: “Satanás se infiltrará en la Iglesia; llegará hasta los Más Altos Reinos de la Jerarquía de la Iglesia; y hasta la Silla de Pedro”; lo confirmó el Papa Paulo VI: “Por alguna rendija el humo del infierno se filtró en el seno la Iglesia”; lo confirma también el N.T.; Apoc. 13, 11: “Son los Corderos que hablan como la bestia”, de Apoc. 13, 2 -es Pantera, Pan o Baphomet, demonio predador sexual-; y lo confirman las Revelaciones de “La Sallete” y “Akita”). De eso se trata, de que esto parezca algo imposible, pero es una realidad, es la mejor arma de Satanás, hacer creer al mundo que es un mito, que no existe.

Hoy le digo al Ejército Mariano que se prepare para la Gran Batalla, no teman porque los dardos del enemigo no los penetrarán, ustedes están protegidos por la Preciosa Sangre de Cristo y el Manto de Amor de la Santísima Virgen María, así que listos para salvar la mayor cantidad de almas y si es necesario dar la vida por ellas.

El “ejército del hombre inocuo” está listo y se darán a conocer los lineamientos a todos los hombres perversos, ellos piensan ganar la batalla, se sienten poderosos, están llenos de soberbia, mienten, engañan, distorsionan la verdadera fe y el Verdadero Ministerio de la Iglesia, pero al final, la luz brillará y serán aniquilados por el Fuego de Dios que los devorará y a la humanidad la liberará.

Tengan presente, en cada momento, que no están luchando contra un ser humano, contra personas de carne y hueso, sino contra un reino demoniaco que existe, que es real, aunque Satanás quiere hacer pensar que es lo contrario. Esta es una guerra espiritual.

Dice la Sagrada Escritura: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el reconocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta (2 Corintios 10,3-6).

·       Ahora, quiero aclarar lo siguiente: ¿qué es la Guerra espiritual?

Para definirla, debo comenzar por establecer que existen dos reinos que se encuentran en guerra, opuestos uno al otro en abierta confrontación por el Destino Eterno de los hombres. (Hechos26,18).

EL OBJETIVO DE LA GUERRA ESPÍRITUAL NO ES DESTRUIR A SATANÁS O A LOS PRINCIPADOS Y POTESTADES, SINO RESCATAR A AQUELLOS QUE ESTÁN BAJO SU DOMINIO, ROMPIENDO TODO TIPO DE MALDICIONES Y ATADURAS, PREDICANDO CON FE Y AMOR A LOS HOMBRES PARA QUE CONOZCAN AL SEÑOR Y SE VUELVAN A AQUEL QUE LOS CREÓ.

NUESTRA MOTIVACIÓN PRINCIPAL COMO “GUERREROS DEL EJÉRCITO MARIANO Y SIERVOS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, NO DEBE DE SER EL ODIO A SATANÁS, SINO EL AMOR A LAS ALMAS, TAL COMO DICE LA PALABRA DE DIOS EN MATEO 22,39; Y EL SEGUNDO ES SEMEJANTE: AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO. TAMBIÉN EN ROMANOS 12,17-21: “NO LE PAGUES A NADIE MAL POR MAL, Y QUE TODOS PUEDAN APRECIAR SUS BUENAS DISPOSICIONES”.

Hagan todo lo posible para vivir en paz con todos. No se tomen la justicia por su cuenta, dejen que sea Dios quien castigue, porque está escrito, “Mía es la venganza, Yo daré lo que se merece, dice el Señor”; Y añade: “Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, si tiene sed, dale de beber: éstas serán otras tantas brazas ardientes sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal, más bien, derrota al mal con el bien.

Deben saber que, los Ángeles y Arcángeles no conocemos con exactitud todo lo que está por acontecer, solamente somos fieles a las Instrucciones del Todopoderoso. El Hijo de Dios, en Su Esplendor, dará el Triunfo del bien sobre el mal y terminará con las injusticias, maldades, genocidios, abortos, blasfemias, sacrilegios y todo lo que tanto lastima Su Corazón, al ver en que se ha convertido la humanidad.

Yo, San Miguel Arcángel, sostengo el reloj del tiempo, el cual está por terminar, con Mi espada defiendo y protejo al Ejército Mariano, Ejército que ha sido formado con el Permiso del Padre para la lucha final. Este Ejército, está formado por guerreros espirituales que fueron elegidos por Decreto Divino. No podemos preguntar por qué a unos sí y a otros no, ya que cuestionar los Decretos de Dios, es caer en soberbia, sólo nos queda obedecer con humildad sin juzgar ni cuestionar y decir, “HAGASE EN MÍ SEGÚN TU VOLUNTAD DIVINA”.

Vuelvo a repetirles que no teman a los acontecimientos que están por llegar, Yo San Miguel Arcángel, los guiaré y enfrentaré a Satanás defendiendo a Mi Ejército fiel y les digo que para ser obediente y dócil a las Instrucciones del Altísimo, los Ángeles que comando, acatan mis órdenes al instante.

Al sonar de las trompetas, la Tierra se estremecerá como nunca antes. Los reyes del mundo querrán excusarse ante El Todopoderoso con argumentos falsos; pero el Padre no los escuchará (a menos que se arrepientan con sinceridad y humildad de corazón), porque no atendieron el Llamado a la Conversión, cuando el tiempo de la Misericordia estaba abierto a la humanidad.

Los elegidos saldrán a salvar almas predicando EL EVANGELIO DE CRISTO; los hombres perversos maquinarán la llegada del anticristo que será enaltecido por el mundo.

Yo, San Miguel Arcángel, los exhorto a que preparen sus almas. ¡No los abandonaré! Pidan Mi Protección y ayuda a toda hora y los protegeré con Mi Espada. Los ángeles expulsados del Cielo, convertidos en demonios, han empezado a poblar la Tierra, saliendo del averno, dispuestos a pervertir a la humanidad y robar almas para Satanás. Pero Yo, Príncipe de la Milicia Celestial, junto con la Virgen María, daremos la Batalla Final contra Satanás y la Mujer vestida de Sol le aplastará la cabeza con Su Calcañar.

Satanás furioso luchará contra el Ejército de Cristo, y los que perezcan por Su Causa, defendiendo almas para el Señor, serán llevados de inmediato por los Ángeles a la Presencia de Dios, quien les enjugará sus lágrimas y los hará dignos herederos del futuro Reino.

Ahora, es necesario que todos ustedes, los llamados a ser Guerreros Espirituales en el Ejército Mariano, den su “FIAT”, recen diariamente el Exorcismo dado al Papa León XIII https://oracionesmaspoderosas.blogspot.com, se cubran y consagren sus vidas a la Preciosa Sangre de Jesús, recen el Santo Rosario, y usen en todo momento la Armadura Espiritual que han recibido.

Estas oraciones y armas serán su alimento y protección que los fortalecerá para la batalla. Asistan lo más que puedan a Misa y hagan Adoración Eucarística. El Santísimo irradia fuerza y vigor y derrama en Sus hijos grandes gracias. La Comunión después de la confesión, da la fuerza para enfrentar las pruebas. Usen la tecnología para adorar a Dios. Si no pueden comulgar todos los días. El Señor los alimentará de otras formas, puesto que Él conoce sus corazones y para Él no hay imposibles.

Hagan lo más que puedan sacrificios, ayuno, penitencia y oración. Recuerden que lo que más agrada al Padre Eterno es, que le entreguen su vida, que no duden de Sus designios, que sean fieles y humildes, y que sean aroma de santidad que perfume el Cielo y la Tierra, con olor y dádiva a Cristo Jesús.

Tengan en sus casas agua, aceite y sal exorcizadas, la Santa Biblia, el Catecismo de la Iglesia Católica, la Liturgia de las Horas, la Medalla Milagrosa, la Cruz y Medalla de San Benito, velas benditas, el Manto de Protección https://mantodebendicion.blogspot.com   -tiene concedido 4 Gracias: Protección, sanación, liberación y conversión - hagan un pequeño altar con la Imagen de la Santísima Virgen María y de Jesús.

Purifiquen sus alimentos con aceite, agua exorcizada y bendita, viertan una gotita en la comida y recen el Padre Nuestro y el Ave María antes de ingerirla.

Recen a hora y en deshora. Memoricen en su mente, el mayor número de oraciones que puedan, y si es en latín, mejor. Porten el Escapulario, la medalla de San Benito, la Mía y la de la Santísima Virgen.

Hagan ayuno físico y de silencio, no discutan. Si tienen algún altercado, cúbranse con la Sangre de Cristo y también a sus agresores para evitar confrontaciones, invóquenme y yo los protegeré. Todas las noches, reparen, hagan horas de reparación, háganlo unidos, que el Corazón de Jesucristo está muy lastimado. Háganse almas víctimas ofreciendo todo a Dios: sus alegrías, tristezas, enfermedades en fin todo, esto disminuirá Su Justa Ira.

Las oraciones de los niños son muy poderosas, hagan “Cenáculos de Oracióndonde incluyan a los integrantes de su familia y mi Dios irá calmando Su Ira y ya no caerá tanto rigor sobre ustedes. Consagren su país, ciudad, su colonia, su casa, su familia, sus hijos, sus mascotas a Jesucristo y a María.

Guerreros, pongan todo de su parte y tengan disponibilidad de obedecer y ayudar siempre, practiquen la Misericordia haciendo obras de caridad, esto también aminorará la Ira del Padre. Y sobre todo “Amen y Perdonen”. Serán así con sus vidas oblación para el Cielo, para que ese perfume de santidad suba al Padre y El mire con ternura a Sus hijos y así Su Ira no caiga con tanta dureza sobre los habitantes de la Tierra.

Espero con este Mensaje, puedan entender en que consiste verdaderamente la Batalla Espiritual y cuál es su papel como Guerreros de la Virgen María. (“E”, mujer de Dios, no llores, no estás sola, tú corazón no sabe por qué llora, pero yo sí lo sé; y es por la pérdida de almas que morirán lejos de Dios y blasfemando contra Él.)

Desde ahora, deben rezar para que el menor número de almas se condenen. Habrá hombres perversos que serán tocados y sus corazones se arrepentirán sinceramente, por eso, deben orar como Ejército y Guerreros Espirituales, Siervos de Dios y de la Santísima Virgen María, POR TODAS LAS PERSONAS. Ustedes, no son quienes deciden por quién sí orar, o por quién no hacerlo. Yo les pido que OREN POR TODA LA HUMANIDAD, esa es una de sus principales misiones como Guerreros del Ejército Mariano a la que son llamados.

Guerreros de la Virgen María. Tal vez ahora no comprendan, pero es necesario que OREN POR TODOS LOS SERES HUMANOS, sin hacer ningún tipo de distinción, así cumplen con su misión de salvar almas, aunque deben saber que la mayoría de quienes por libre voluntad deciden alejarse de Dios y Sus Mandamientos, serán consumidos por el Fuego de Dios.

El fuego no tocará a los elegidos, así que no hay nada que temer. Ejército Mariano, ahora les daré a conocer las MISIONES ESPECIFICAS de “las primicias”; “los guerreros orantes” “y de los guerreros militantes”.

Con estas Instrucciones, Yo, como Príncipe de la Milicia Celestial pretendo ADIESTRARLOS abiertamente para el campo de batalla y que comprendan que en un Ejército hay diferentes misiones y el Ejército Mariano no es la Excepción.

Ya han recibido durante un año diversos mensajes, a fin de irlos formando y fortaleciendo espiritualmente a todos juntos.

Recibieron Mensajes de la Virgen María y de muchos Santos por Gracia Divina https://lossantoshablan.blogspot.com  . Hoy vengo a darles las formas más específicas en las que llevaremos a cabo la Voluntad de Dios. El Ejército Triunfante, Purgante y Militante, se unirán en uno solo, así que, aunque parezca imposible el Cielo los unirá y todos iremos a la batalla juntos. Todo ha sido precisado por el Cielo. Las fuerzas de estos tres Ejércitos, serán inmensas y muy poderosas, a tal grado que, el mal quedará derrocado muy pronto, gracias al Triunfo de los Corazones unidos de Jesús y de María.

Ustedes desde el vientre de sus madres, fueron llamados a formar parte del Ejército Militante. Son muy afortunados, porque entre miles de millones de personas que existieron y existen, fueron escogidos para vivir el final de los tiempos y habitar la Nueva Creación. Es un honor muy grande, porque son precursores del Nuevo Reino de Cristo Jesús en la Tierra. Hay tanto dolor en el Cielo por el pecado del mundo, pero al mismo tiempo tanto gozo por el alumbramiento de la nueva humanidad.

Deben saber que los Ejércitos de Cristo son tres: Triunfante, Purgante y Militante. Se los describiré de forma sencilla para que puedan comprenderlo. Más adelante, por medio de “Ed.” o cualquier otro miembro del Calcañar, recibirán mayor explicación.

● EJÉRCITO TRIUNFANTE:

Es el encargado de guiar al Ejército Purgante y Militante por medio de Dios Padre. Alienta al Ejército Purgante que supere por sus pecados, para que cuando salgan del Purgatorio, que será pronto, sean almas orantes que interceden por el Ejército Militante y oren por cada uno de sus integrantes tenga fe, fortaleza y ánimo para esta cruenta batalla.

Encargado de que por órdenes mías los Ángeles lleven a cabo su misión de proteger al Ejército Militante y de interceder por cada ser humano para que al momento de que esté en peligro su conversión, la Madre del Cielo los tome en sus brazos y los lleve a Su Refugio seguro, su Vientre, donde albergará a toda la humanidad. Encargado de ordenar, organizar y llevar a cabo todo desde el Cielo.

● EJÉRCITO PURGANTE:

Las almas del Purgatorio siempre han necesitado de las oraciones de la Iglesia Militante, pero en la gran batalla será al revés. El Ejército Purgante, librado del Purgatorio, será el encargado de guiar al Ejército Militante por medio de la oración y de protegerlo de las fuerzas del mal. Todos los días, unirá sus rezos, junto con los de la Virgen María, que, como Estrella de la Mañana, darán al Ejército Militante las armas y fuerzas necesarias para llevar a cabo su misión en la Tierra. Con sus oraciones, protegerán a los mártires y junto con los Santos Ángeles y Arcángeles les darán la fortaleza necesaria para soportar el martirio, cubiertos con la Sangre de Cristo, escondidos en sus Llagas y en los brazos de Mamá María. El martirio será para ellos una forma de dar Gloria a Jesucristo. Interceder por todos los hombres, por todos los niños pequeños y fortalecer a todo ser humano.

● EJÉRCITO MILITANTE:

Las funciones de esté Ejército son muy importantes y deben quedar bien definidos y estudiados. Es por eso que el Cielo tomó unas horas de descanso para poderlas dar a “E”, ella está muy cansada y lastimada, ya que este es uno de los Mensajes más valiosos para ustedes, puesto que se definieron puntos y se planearon estrategias por la Santísima Trinidad, la Virgen María y por parte Mía. Para empezar, este Ejército es más vulnerable por estar en la Tierra y estar formado por hombres que todavía no gozan de la visión beatífica que conoce el Ejército Triunfante y los conocimientos espirituales que tiene el Ejército Purgante, por lo que es el hermano menor de estos tres Ejércitos, y es el más protegido, ya que el Ejército Purgante y el Ejército Triunfante son como una muralla protectora que los cubre con la Sangre del Cordero, el Manto de la Santísima Virgen María y las Manos del Padre. El Padre tiene Guardados en sus Manos a cada integrante de este Ejército, con las cuales ejecutará Su Justa Ira, pero que también con estas Manos, protegerá con todas Sus Fuerzas y Amor al Ejército Militante de las asechanzas del maligno. Además de que, El Espíritu Santo, forjará a estos valientes, que se dividen en tres partes:

1. PRIMICIAS: escogidos por Decreto Divino para encarar al anticristo, ayudar a sus hermanos a conocer la Divina Voluntad y salvar sus almas, proteger a la humanidad de las asechanzas del mal, predicar el Evangelio, convertir almas y dar su vida por Cristo, estas personas gozan de un corazón puro, noble e inocente, ya que no sienten odio ni resentimientos, no se sobresaltan ante los ataques ni dudan de los designios de Dios. Comparten los sufrimientos y alegrías de Cristo. Les falta madurar más en el amor y entrega. Sienten compasión, amor, son caritativos, tienen alegría, fe y esperanza. Estas almas fueron preparadas por nueve meses en el Vientre de la Virgen María de Guadalupe. Son muy atacados por el enemigo, pero son fuertes, son almas con corazones de niño.

Como primicias, deben proteger a los guerreros orantes y practicantes, reparadoras, que han sido moldeadas en el sufrimiento.

2. GUERREROS O SOLDADOS ORANTES: Está compuesto por hombres de oración, que con sus oraciones sostendrán al Ejército Militante. No están directamente en la cruenta batalla, sino que desde sus Hogares Marianos serán almas orantes.

Deben orar mucho para aminorar la Ira del Padre. Tendrán que orar todo el día.

Serán acompañados por la Virgen como Estrella de la Mañana. Deben portar el Escapulario de la Virgen del Carmen. Son almas muy entregadas al servicio del prójimo, son caritativas, orantes rezan todos los días el Rosario. Están consagrados a la Virgen del Carmen. Oran mucho por las almas del Purgatorio.

3. SOLDADOS O GUERREROS PRACTICANTES: Ayudan y asisten a sus hermanos en desgracia, deben ser fuertes y serviciales. La caridad es su distinción, son de corazón bueno y noble. El Espíritu Santo los dotará de Dones, tendrán mucha fortaleza espiritual y serán acusados, juzgados y martirizados. Su principal misión son las obras de misericordia. Conocen la Palabra de Dios en la Biblia y saben interpretarla. Son rectos, serios y tienen el Don de Lenguas.

Saben ser líderes, organizan, ayudan con fe, orden y amor al prójimo.

1. FUNCIÓN EN CONJUNTO DE LOS TRES EJÉRCITOS MILITANTES:

● SALVACIÓN DE ALMAS

● OBRAS DE MISERICORDIA

● LUCHA CONTRA LA MALDAD

● AYUDA CORPORAL Y ESPIRITUAL A SUS HERMANOS

Ahora bien, después de conocer estas distintas misiones, cada uno de ustedes podrá sentir en su corazón el llamado al Ejército al que pertenecen y aunque no estén seguros, lo sentirán en el corazón “Ed” también podrá conocer por Gracia Divina (y por ser quien és) a qué Ejército pertenece cada uno de ustedes y de esta manera, puedan tener clara, cual es la misión a la que han sido llamados.

Los tres Ejércitos deben de estar Consagrados al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. De todos ustedes depende que el Reinado de los Corazones Eucarísticos venga más pronto de lo planeado y de que la Justa Ira de Dios no caiga con tanta dureza sobre la Tierra. Para cada Ejército daremos las funciones particulares y también las habrá en conjunto.

“SOLDADOS O GUERREROS PRACTICANTES”: como su nombre lo indica son practicantes en la caridad y obras de Misericordia. Serán guiados por el Arcángel San Rafael quien a continuación se presenta y dará sus instrucciones.

Yo San Rafael Arcángel, el Arcángel de la Salud, les vengo a instruir sobre cómo vamos a trabajar, en esta batalla que pronto comenzará. Yo los guiaré en esta labor que es liderada por mí, Capitaneada por San Miguel Arcángel, Capitán de los Tres Ejércitos: Primicias, Orantes y Practicantes, quienes están bajo las órdenes directas de la Capitana Mayor la Siempre Virgen María.

En esta labor asistiremos a los hermanos en desgracia física, emocional y espiritualmente. Necesitarán de conocer un poco de Primeros Auxilios (no se asusten,) se investigará sólo lo necesario acerca del tema, conocerán sobre algunas enfermedades y con que pueden ser curadas, prepararán el “Aceite de San José y el Mío que servirá para curar varias enfermedades. También conocerán para que sirven las hierbas y que propiedades poseen, por lo que investigarán lo referente a este tema. Quizá algunos ya tengan cierto conocimiento.

Recuerden, ustedes junto conmigo, serán como los doctores y enfermeras que asistirán a sus hermanos tanto física como espiritualmente y a muchos en su agonía.

Deben estar preparados con oraciones como, la “Coronilla de la Misericordia”. Serán asistidos por el Espíritu Santo que los revestirá de siete Dones.

1. TEMOR DE DIOS

2. SABIDURIA

3. INTELIGENCIA

4. CONSEJO

5. FORTALEZA

6. CIENCIA Y

7. PIEDAD

Estos son los temas sobre los cuales aprenderán investigando por cuenta propia o en conjunto.

● PRIMEROS AUXILIOS (BÁSICO)

● PLANTAS MEDICINALES (PARA QUÉ SIRVEN)

● ORACIONES PARA CURAR ENFERMEDADES Y AYUDAR     ESPÍRITUALMENTE A LOS ENFERMOS

● ORACIONES PARA MORIBUNDOS

● CORONILLA DE LA MISERICORDIA

● CONOCER UN POCO SOBRE EL KERIGMA

● CONSAGRARSE AL INMACULADO CORAZÓN DE JESÚS Y AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA.

Les dejo la Paz de Cristo ¡QUIEN COMO DIOS! ¡NADIE COMO DIOS!

Ahora prosigamos con los “Soldados o Guerreros Orantes”. Estarán a cargo de San Gabriel Arcángel, el cual les presento y les dejo para que dé sus instrucciones.

Soldados Orantes, habla el Arcángel San Gabriel. Yo, San Gabriel Arcángel, el Mensajero de Dios de buenas nuevas como el Nacimiento de Cristo y su segunda venida, soy el encargado de los soldados orantes. Ustedes formarán en sus casas, fortines de oración e instruirán a sus hermanos en la Santa Doctrina de la Iglesia Católica, por lo que es muy necesario, que comiencen a estudiar la Biblia, vidas de Santos que los iluminen, en cómo llevar a cabo dentro de su hogar Mariano, un recinto Sagrado donde reine la paz y la armonía y los habitantes de la casa vivan en hermandad, vida contemplativa y de oración.

Estarán orando por las primicias y por los soldados practicantes, así como por la gran muchedumbre, que aunque no es parte del Ejército Militante, está llamado a ir también a la Nueva Tierra.

Cada quien conforme a sus destrezas y habilidades, se encargará de una tarea y se establecerán horarios de oración, días de ayuno y Misas; por lo que es importante que tengan lo necesario, para llevar a cabo la celebración del Eterno Sacrificio. Estas casas estarán protegidas, por miradas de Ángeles, y la Virgen bajará a instruirlos junto con Su Hijo en ciertas horas claves del día, como a las 12 del medio día: Hora del Ángelus, y las 3 de la tarde, hora del Hijo y su Misericordia.

El escudo de estos soldados, será el Escapulario de la Virgen del Carmen, porque las almas del Purgatorio, los acompañarán Mamá María en sus oraciones. Es muy importante que aprendan sobre los temas por cuenta propia o en conjunto:

ORACIONES DE PROTECCIÓN, INTERCESIÓN Y DE LIBERACIÓN.

AYUNO, ALABANZAS, ROSARIO (Ej. Si es en latín es mejor)

BIBLIA Y VIDA DE LOS SANTOS (Ej. La Latinoamericana, la de Jerusalem o la Biblia de Estudio o de América, versiones católicas)(Algunos datos  de ellos en el Blog: https://lossantoshablan.blogspot.com

HISTORIA DE LA VIRGEN DEL CARMEN Y EL ESCAPULARIO

EVANGELIZACIÓN (KERIGMA)

CONSAGRARSE AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

ARTÍCULOS QUE DEBERÁN TENER PARA LLEVAR A CABO LA SANTA MISA: ALBA, AMITO, ALTAR, CASULLA, ESTOLA, LIBROS DE ORACIONES Y LAS LECTURAS (LECCIONARIO) PAN Y VINO, HOSTIAS SIN CONSAGRAR.

OBJETOS CONSAGRADOS: CÁLIZ, COPÓN, PATENA, VINAJERAS, SACERDOTE Y ASAMBLEA.

Me despido Ejército orante y los dejo en la paz del Señor ¡QUIEN COMO DIOS! ¡NADIE COMO DIOS!

Yo, San Miguel Arcángel, soy el encargado de guiar a las Primicias, que son las más fuertes espiritualmente, porque su preparación empezó hace tiempo con la transformación de sus corazones y han ido caminando por el desierto con sufrimientos, están siendo purificados y acrisolados sus corazones. Faltan las transformaciones finales, donde se les dotará de Conocimiento Infuso Divino, Dones y habilidades extraordinarios, por lo que, este Ejército será tomado y arrebatado al Cielo para su capacitación final, por lo que a las Primicias, solo se les pide por ahora, llevar a la práctica los puntos dados anteriormente. Fueron varios puntos los que han recibido, concéntrense en ellos.

No olviden colocarse la “Armadura Espiritual” todos los días, haciéndola extensiva a sus familiares y amigos, para que los espíritus malignos, no puedan apoderarse de sus cuerpos. Les digo que, el que se aparte de la oración y de Dios, corre el riesgo de perderse, si no hay quien ore y se sacrifique por él. Los tres Arcángeles hemos sido enviados a proteger el Pueblo de Dios, pero es su responsabilidad espiritual, orar, ayunar y hacer penitencia.

Recuerden que el Señor, Mamá María, los Ángeles y Arcángeles respetamos su libre albedrio, si no oran y se apartan del Padre, no podremos librarlos de los ataques del enemigo en su alma.

Nuevamente les digo, no se acuesten sin su Armadura Espiritual puesta, porque los demonios, están buscando cuerpos para apoderarse de ellos en el mínimo descuido.

Permanezcan pues en la Gracia de Dios, oren a todo instante con el Rosario de nuestra Reina y Señora, tengan puesta la Armadura, aceitándola con la oración. No desatiendan los llamados del Cielo, porque es la Voz de Mi Padre y Creador quien los prepara para la llegada triunfal de su Hijo Jesús. Gloria a Dios en el Cielo y en la Tierra paz a los hombres de buena voluntad. Soy su hermano San Miguel Arcángel. Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios. Aleluya, Aleluya, Aleluya; intercedo por ustedes y los protejo junto con las Legiones Angélicas.

Hijos míos Dios no tiene necesidad de correr detrás de nadie. Lo que está hecho, hecho está. En todos estos años, el Señor ha elegido, ha llamado y muchos han respondido, otros aun no y otros más ni siquiera lo han querido escuchar. Los ejércitos del bien y del mal, están ya formados, en el medio quedan todavía muchos que deben ser despertados para que libremente elijan entre el bien y el mal. Por eso es necesario la acción del Espíritu en la guerra espiritual por la salvación de las almas. Es necesario que el Pueblo de Dios se ofrezca sobre los altares, en los templos, allí donde el Señor lo llama para elevar a quien es de buena voluntad o para abatir a quien no lo es.

Los hijos de Satanás se enfrentarán entre ellos porque ninguno quiere ser más débil que los demás. Todos quieren mandar y vence quien grita más, quien es más malvado.

Ellos esperan de Satanás obtener lo que les ha prometido: el poder, pero no lo obtendrán, ya que el poder, les corresponde a Dios y a su Pueblo. Mi Corazón alberga una gran tristeza, al ver a la humanidad perdida en las herejías y antivalores, ver a Mis hijos Sacerdotes confundidos y ofendiendo gravemente a Mi Amado Jesús, y ver como hasta las almas de los niños se están perdiendo.

Hoy les digo que los amo inconmensurablemente y deseo su salvación y lucha victoriosa dentro de esta cruenta batalla. Hijos Míos, no están solos, los llevo en mi Vientre Maternal. No teman, su refugio es seguro, si permanecen a Mi lado, nada les pasará.

Ustedes son Luz del Mundo, la guía de sus hermanos, Mi Ejército Militante, y por cada alma que traigan a Mis brazos, su recompensa será enorme. ¡Salven Almas para el Señor!

Los esperamos a todos en las Bodas del Cordero. Sus lugares ya han sido reservados con sus nombres. Sean valientes y firmes en su fe.

Recuerden que el Cielo los espera, perseveren y confíen.

¡LES DOY MI PAZ Y BENDICIÓN DE MADRE, LA INMACULADA SIEMPRE VIRGEN MARÍA!

LOS DEJO EN LA PAZ DE MI AMADO HIJO JESUCRISTO Y BAJO LA

PROTECCIÓN DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL.

AMEN, AMEN, AMEN.

F I A T

(1)  Se refiere a los dos Testigos de Dios que refiere el Apocalipsis.




Formación y suscripción de Grupos de Oración en el Mundo:

E-mail: ejercito.mariano.mundial@gmail.com

 

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